jueves, 27 de mayo de 2010
Por qué yo blogguera
Seguro que a muchas mujeres les ocurre lo mismo que a mí. Me explico. Todo lo que ocurre a mi alrededor me interesa, me hacen pensar, incluso alegrarme, preocuparme y, en demasiadas ocasiones, cabrearme. Siempre se me ocurren mil y un comentarios y opioniones pero, cuando tengo la oportunidad de plasmar mis ideas y mis reflexiones en un formato que "deja huella" y que exige enlazar palabras y darles una redacción, entonces, creo que acabé todo mi arsenal crítico, incluso, la propia necesidad de comunicar. Y, una vez más, me quedo en el comentario de supermercado, de café o de escalera... O sea, sin conexión. Espero que con la complicidad de este medio, tan abierto, popular y próximo, pueda llegar a expresarme con la misma rotundidad y convencimiento que lo vengo haciendo en las múltiples conversaciones que una entabla cada día. Y, de paso, descubrir toda la genialidad, comprensiòn y capacidad de las mujeres.
¿será verdá?
Creo que el tema que quiero comentar me permite olvidarme de ortografía y corrección gramatical. Veréis, por cuestiones estrictamente profesionales me fijo, reviso y leo las noticias de la sección de Economía, con información que "no suele gustar a mucha gente". De hecho, es una temática de siempr "muy masculina": durante años y décadas, los lectores de la prensa diaria han sido mayoritariamente hombres y las secciones "estrella" economía, política y deportes.
Mientras que la información laboral y empresarial ocupa a unos y preocupa a casi todos, los deportes, desde siempre, barre audiencias, por encima de batallas y catástrofes. A la cabeza el supremo mundo del fútbol.
Pues la cuestión que quiero plantear es que no se cómo tenemos valor para leer la prensa diaria. Ya no es una cuestión de linea editorial o de esa objetividad subjetiva que convive con cada periodista, no, es la sensación de incredulidad que a una se le queda cuando un día tras otro, en el mismo medio, recibe informaciones contradictorias que, por supuesto, llevan la firma y la referencia de los que "saben y deciden". Amén de análisis y reflexiones.
Lo irreversible, según indican, es el ajuste económico y la reducción del gasto. Por tanto, se plantea como inevitable la reducción de salarios, ¡menuda gracia¡¡¡¡. Bueno, y no se reboten ustedes mucho porque, igual, hasta es una suerte que te puedan "recortar", porque otros ya se han quedado sin trabajo y, en general, el conjunto de personas asalariadas temblamos. Amén de los pequeños empresarios y autónomos con la que les está cayendo. Escalofríos y pánico sienten ante el futuro.
En resumen, que la crisis es global y la locura también, porque la información "veraz y contrastada" que nos ofrecen los medios de comunicación no hay por donde cogerla. Ya no se necesita un redactor jefe, sino un psicoanalísta en calidad de censor, que elimine toda aquella información sujeta a "opiniones, pareceres, casualidades...... ", porque lo que ayer se anuciaba como un claro indicador de crecimiento, mañana, na de lo dicho, vamos, que "fatalín". O cuestiones tan censurables como que un empresario "global" congele inversiones en la siderurgia asturiana en tanto que su fortuna y los resultados de sus inversiones no se han visto mermado ni en una libra ni en un eurito ...... Es todo tan contradictorio¡¡ Y, encima, este disloque financiero-económico reposa en la usura de unos miles de personas, no más. ¿Cómo puede ser que las mismas personas que armaron semejante caos financiero sigan en su trono, dígase bancos, órganos de control económico, etc., sin más penalización que liviano recorte de beneficios? ¿cómo puede ser que los desorbitados fichajes de las estrellas del fútbol, entrenadores, etc, se diluyan en un "pelillos a la mar" e, incluso, el tema nos permita destensionar el cabreo por temas laborales y con ello nos relajemos en una apasionante tertulia con vinillo de fin de jornada? ¡¡somos la pera¡¡¡
¿Salimos de la crisis o entramos? ¿Nos llevan o nos traen?
No se. ¿las mujeres tendremos que opinar y comentar al respecto?
Lo digo porque, según todas las referencias, cuando el mercado laboral se desploma, las mujeres, siempre, tienen mucho que perder. En este caso, somos las primeras... en asimilar la bajada de salarios, reducir jornada, o... salir corriendo, que ye lo que apetez a veces ¿o no?
Mientras que la información laboral y empresarial ocupa a unos y preocupa a casi todos, los deportes, desde siempre, barre audiencias, por encima de batallas y catástrofes. A la cabeza el supremo mundo del fútbol.
Pues la cuestión que quiero plantear es que no se cómo tenemos valor para leer la prensa diaria. Ya no es una cuestión de linea editorial o de esa objetividad subjetiva que convive con cada periodista, no, es la sensación de incredulidad que a una se le queda cuando un día tras otro, en el mismo medio, recibe informaciones contradictorias que, por supuesto, llevan la firma y la referencia de los que "saben y deciden". Amén de análisis y reflexiones.
Lo irreversible, según indican, es el ajuste económico y la reducción del gasto. Por tanto, se plantea como inevitable la reducción de salarios, ¡menuda gracia¡¡¡¡. Bueno, y no se reboten ustedes mucho porque, igual, hasta es una suerte que te puedan "recortar", porque otros ya se han quedado sin trabajo y, en general, el conjunto de personas asalariadas temblamos. Amén de los pequeños empresarios y autónomos con la que les está cayendo. Escalofríos y pánico sienten ante el futuro.
En resumen, que la crisis es global y la locura también, porque la información "veraz y contrastada" que nos ofrecen los medios de comunicación no hay por donde cogerla. Ya no se necesita un redactor jefe, sino un psicoanalísta en calidad de censor, que elimine toda aquella información sujeta a "opiniones, pareceres, casualidades...... ", porque lo que ayer se anuciaba como un claro indicador de crecimiento, mañana, na de lo dicho, vamos, que "fatalín". O cuestiones tan censurables como que un empresario "global" congele inversiones en la siderurgia asturiana en tanto que su fortuna y los resultados de sus inversiones no se han visto mermado ni en una libra ni en un eurito ...... Es todo tan contradictorio¡¡ Y, encima, este disloque financiero-económico reposa en la usura de unos miles de personas, no más. ¿Cómo puede ser que las mismas personas que armaron semejante caos financiero sigan en su trono, dígase bancos, órganos de control económico, etc., sin más penalización que liviano recorte de beneficios? ¿cómo puede ser que los desorbitados fichajes de las estrellas del fútbol, entrenadores, etc, se diluyan en un "pelillos a la mar" e, incluso, el tema nos permita destensionar el cabreo por temas laborales y con ello nos relajemos en una apasionante tertulia con vinillo de fin de jornada? ¡¡somos la pera¡¡¡
¿Salimos de la crisis o entramos? ¿Nos llevan o nos traen?
No se. ¿las mujeres tendremos que opinar y comentar al respecto?
Lo digo porque, según todas las referencias, cuando el mercado laboral se desploma, las mujeres, siempre, tienen mucho que perder. En este caso, somos las primeras... en asimilar la bajada de salarios, reducir jornada, o... salir corriendo, que ye lo que apetez a veces ¿o no?
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